HAMBURGUESA DOBLE CON Calçots de temporada

 

Como enamorados de los productos de temporada, no podíamos dejar la ocasión para preparar una burger que nos transportase a esos sabores del invierno, en concreto a una variedad de cebolla que nos tiene locos desde que la probamos hace varios años en tierras de Huesca: el calçot. Un producto muy ligado a la gastronomía catalana, para degustar en reuniones campestres, hechos al calor de las brasas y para comer sin vergüenza, con las manos y acompañado de la tradicional salsa romesco.

Como teníamos carne del pedido que hicimos a Leo Boeck, nos decidimos por el menos es más, tomando dos patties de 100 gramos y acompañándolos de calçots, salsa romesco y pan tipo brioche al toque de queso.

Sin más, la sencillez hecha bocado para degustar una burger que nos hiciese viajar. Que nos transportase a esas tardes de invierno a la lumbre. Que nos llenase el paladar de productos auténticos, sabrosos y cien por cien naturales.

Los ingredientes para esta hamburguesa, como decíamos, muy sencillos. Os anotamos aquí las cantidades para una persona:

Ingredientes

  • Dos patties de carne de cerdo de Leo Boeck
  • Cinco calçots
  • Aceite, sal, pimienta negra
  • Tres cucharadas generosas de salsa romesco
  • Brotes de lechuga
  • Pan de brioche al toque de queso
  • Para la salsa romesco:
  • Dos tomates maduros
  • Media cabeza de ajos
  • Una ñora
  • 10 gramos de almendras tostadas
  • 1 rebanada de pan tostado
  • 150 gramos de aceite de oliva
  • 100 gramos de vinagre
  • Una cucharadita de pimentón
  • Guindilla (opcional)
  • Sal

Los calçots son un producto cuya gracia viene al hacerlos a la brasa, para que su parte exterior se abrase y proceder a pelarlos para comer su jugoso interior. Hacerlo en casa pierde parte de ese encanto, pero se pueden preparar quitando su parte externa fácilmente, solo hay que ir tirando la “piel” de sus extremos desde el tallo hasta el final de la pieza y lavar ligeramente con agua por si quedasen restos de tierra.

En una sartén tipo parrilla, obtener más o menos ese sabor que nos transporta al verdadero calçot, puede asemejarse. Así que, con la sartén bien caliente y una gotita de aceite los incorporamos, salpimentamos, y vamos dejando que vayan tomando ese color tan característico de brasa y se vayan ablandando.

Si la sartén es amplia, cuando queden unos seis minutos (en total necesitaremos unos diez minutos) para el cocinado de los calçots, podemos incorporar la carne de burger, la cual estará hecha con tres minutos por cada lado.

Con el pan de burger tostado y todos los ingredientes cocinados, solo queda montar la hamburguesa poniendo unos brotes de lechuga hoja de roble y rizada en la base, colocando un patty, un poco de salsa romesco, la siguiente patty, los calçots y otro poco de salsa como toque final.

La salsa romesco la teníamos hecha anteriormente, también muy sencilla, asando los tomates, la ñora y la cabeza de ajo al horno unos 15 minutos a 200 grados. Después trituramos todo ello previamente pelado junto las almendras, el pan tostado, el aceite y vinagre y su puntito de sal.

En esta ocasión, encontramos la carne un poco más compacta que la preparación picante que probamos la vez anterior, pero el punto jugoso está conseguido, obviamente gracias a sus ingredientes que son la paletilla de cerdo con panceta. También está bien aderezada con apio y ajo, lo que hace que tenga sabor.

La mezcla de todos los ingredientes se hace muy agradable en boca y es que ese sabor del calçot, jugoso, con ese punto picante que nos recuerda a la cebolla, ligeramente tostado por haberlo hecho en una pseudo parrilla, mezclado con la salsa romesco, hacen de esta burger todo un disfrute para quienes amamos la sencillez de la cocina de producto.

El pan al toque de queso no deja de ser algo anecdótico, así que lo podéis obviar optando por un brioche normal, pero no dejéis de acudir a las verduras de temporada, sin duda todo un acierto para crear hamburguesas saludables.